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SE QUE NO VALE LA PENA PERDER EL TIEMPO EN ESTA BUFONADA, PERO JUANITO REFLEJA FIELMENTE AL MEXICO DE HOY, DE AYER Y DE SIEMPRE.

Nuestra realidad mexicana estuvo fielmente representada por este teatro político encabezado por Andrés Manuel López Obrador (un tabasqueño valioso que ocupó un espacio fundamental en la fantasiosa esperanza de miles de mexicanos y que la impotencia ante el robo de sus derechos ganados por el voto y la podredumbre de un sector de su partido lo llevó a entramar dramas callejeros como éste) y caricaturizado por el siniestro personaje apodado Juanito ─hasta el diminutivo equivalente a mentecato lo etiqueta y lo define con facilidad─, espoleado por el PAN y el PRI (dado lo oportuno que les resultaba esta rebatinga de poder en las entrañas del PRD).

Juanito sin un pelo de de pendejo se prestó al juego a sabiendas de las ganancias que obtendría, las que jamás imaginó poder alcanzar, Juanito desenmascaró a una izquierda que se comporta como ultraderecha y puso el punto en la i de la mansedumbre, pero también de la ignorancia del pueblo iztapalapeño. Tampoco es extrañable que criterios endebles como el de Juanito, fácilmente manipulables, terminan ridiculizados y ubicados exactamente en el sitio del que jamás debieron salir, en su caso, de algún rincón de Iztapalapa donde se mantuvo siempre cobijado por su ignorancia sin causarle ni mal ni beneficio a nadie, adormecido en el alcohol y por todos los enervantes que le fueran posibles (cierto es que no me constan sus adicciones, pero con solo verlo actuar y escucharlo, detectas una mente tórpida con una respuesta lenta a los estímulos y a preguntas, con un léxico minusválido y entorpecido por una lengua que no responde adecuadamente). Juanito fue un triste títere que creyó ser Rey, no obstante representó con bastante fidelidad (con sus bufonadas e ignorancia), el miasma en que se encuentra la política mexicana, la corrupción y el importamadrismo de los políticos y la gran indiferencia e ignorancia del pueblo mexicano. Juanito fue un triste mamotreto de la vida, creado por políticos, ensalzado, encumbrado y destruido sin la más mínima consideración.
Este es el reflejo de la realidad de nuestro México y no el que televisa o TVazteca, o el Gobierno y sus políticos quieren que veamos.