Tuesday, July 27, 2010

A PROPOSITO DE FAMILIA Y SOCIEDAD


Francisco Paneca.

A propósito de Familia y Sociedad

Por Roberto Rosique

La disolución de la sociedad se yergue amenazadora ante nosotros, como el término de una carrera histórica cuya única meta es la riqueza, porque semejante carrera encierra los elementos de su propia ruina. La democracia en la administración, la fraternidad en la sociedad, la igualdad de derechos y la instrucción general, inaugurarán la próxima etapa superior de la sociedad, para la cual laboran constantemente la experiencia, la razón y la ciencia. "Será un renacimiento de la libertad, la igualdad y la fraternidad de las antiguas gens*, pero bajo una forma superior" (Morgan, "La Sociedad Antigua", pág. 552.)

F. Engels (1884)

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La dureza de las palabras del pasado, se hacen más dolorosas cuando se devela la ignorancia y más aún, cuando descubrimos que la soberbia de las hegemonías las mantuvo ocultas bajo el oropel del progreso. El tiempo nos alcanzó y en el frenesí de los supuestos beneficios, fracturamos la familia.

Según la fría definición admitida como ecuménica en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948): La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado; la familia lo es todo, este axioma concentra la importancia de la misma. El término (del latín famŭlus: siervo, esclavo) ha tenido varias acotaciones a través de la historia, a consecuencia de intereses económicos, religiosos, políticos y sociales, que aquí no viene al caso dilucidar; no obstante, lo inobjetable de todo ello, es que ésta, la familia, es el primer núcleo social donde el ser humano interactúa, por tanto es la base de la sociedad. Es el centro donde se constituye la formación de la personalidad de cada uno de sus miembros, es el pilar sobre el cual un conjunto de personas conviven bajo el mismo techo, organizadas en roles fijos (padre, madre, hermanos, etc.) con vínculos consanguíneos o no, con un modo de existencia económico y social comunes, con sentimientos afectivos que los unen y aglutinan y donde además, se fundamenta el desarrollo psicológico, social y físico del ser humano. (Jacques Rousseau en 1772, se refería a la familia como el primer modelo de sociedad política, y primera instancia en que el hombre enajena su libertad, aunque por utilidad propia).

Si la familia es el fundamento de toda sociedad bien construida, será difícil desligarla también del origen de nuestras vicisitudes. Una familia en donde sus mecanismos homeostáticos no puedan sostenerla, se rompe, se desintegra, de ahí que las obras que componen la muestra Familia y Sociedad de Francisco Paneca (Camagüey, 1949), obligan a voltear hacia estos escenarios. Cierto es que sus propuestas plásticas están ahí sin intimidaciones y te las ofrece para que tu conciencia le dé el valor que les corresponda, pero obras como Esta es la verdad y el futuro, La decisión incorrecta y La familia o La pérdida y El futuro, entre otras, no dejan muchas alternativas para encarar el devenir sin asumir nuestras responsabilidades.

La disolución de la sociedad se yergue amenazadora, escribía Engels a finales del siglo diecinueve, palabras que parecen detenerse en el tiempo para hacerse proféticas en estos lapsos convulsos de la postmodernidad, Paneca nos pinta esa ominosa realidad (El error y la sociedad, La decisión incorrecta) aún cuando el color se solaza en aparente irreverencia, es testigo también de esos acontecimientos.

En El valor de la vida comprobamos lo que Debord (1967) reclamaba e insistía en recordarnos: El espectáculo es la otra cara del dinero: el equivalente general abstracto de todas las mercancías. Pero si el dinero ha dominado la sociedad como representación de la equivalencia central, es decir, del carácter intercambiable de bienes múltiples cuyo uso seguía siendo incomparable, el espectáculo es su complemento moderno desarrollado donde la totalidad del mundo mercantil aparece en bloque, como una equivalencia general a cuanto el conjunto de la sociedad pueda ser o hacer.

Cuando los dogmas se imponen a las ideas libres, fragmentan la sociedad y por ende a las familias, (El dogma, las Ideas y la Humanidad) cuando los fundamentalismos ─inherentes a la fe─ van en contrasentido a la realidad, las instituciones religiosas ponen en riesgo el alcance de su propia influencia. Ahí está la historia, no se ha equivocado, las hemos visto (a la religión) glorificar el poder, engañarse y sofocarse en su propio miasma.

Las familias en esta muestra de Francisco Paneca son siluetas que aún en el anonimato priman los modelos autocráticos de poder, el padre colocado en la cima de una pirámide y en un segundo estrato, la madre con el rol de “brazo ejecutor” de las órdenes emanadas del de arriba. Autoridad y poder que al paso de los años se han diluido para bien de la igualdad. Obras que no niegan la euforia colorista del trópico y que aquí parece leerse más como esperanza y como alternativa, porque no, para aprender a mirar desde otros ángulos.

Muestra que no deja alternativas y que da como prerrogativa el hecho de tener que encarar la realidad para bien de todos. De esto está consciente Francisco Paneca y si bien te lo dice con colores, no por ello menos importante la fuerza de sus argumentaciones. Familia y Sociedad es un buen ejemplo para que optemos por reorientar las miradas y hacer frente a los errores de una sociedad que parece haber perdido el rumbo, degenerada por la proliferación ─el verdadero cáncer social─ nos dice Baudrillard (1978), donde las cosas no son valoradas por sus cualidades intrínsecas o por sus significados, sino por sus apariencias, por esa forma desencantada de la seducción que es el simulacro.

*La Gens, era una agrupación civil o sistema social de la antigua Roma, de ahí el término gentilidad que era sobre todo un título de nobleza que daba fe de la antigüedad e ingenuidad (en el sentido de pureza) del grupo, algo en principio exclusivo de las familias patricias.

Referencias:

_ Baudrillard, Jean (1978) Cultura y simulacro. Barcelona, Kairos.

_ Debord, Guy (1967) La sociedad del espectáculo. La Marca editores. Bs As.

_Engels, F. (1891) El origen de la familia, la propiedad privada y el estado. IX, Barbarie y Civilización. Consultado en la Red el 6 de julio de 2010, desde Marxists Internet Archive, 2000. Biblioteca Virtual Espartaco. http://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/origen/index.htm

_Rousseau, Jean Jacques (1772) El contrato social. Edit. Istmo. Barcelona

Saturday, July 10, 2010

FAMILIAYSOCIEDAD

Te veo naturaleza
óleo/lienzo. 2006
Francisco Paneca (Camaguey, 1949)


A propósito de Familia y Sociedad

La disolución de la sociedad se yergue amenazadora ante nosotros, como el término de una carrera histórica cuya única meta es la riqueza, porque semejante carrera encierra los elementos de su propia ruina. La democracia en la administración, la fraternidad en la sociedad, la igualdad de derechos y la instrucción general, inaugurarán la próxima etapa superior de la sociedad, para la cual laboran constantemente la experiencia, la razón y la ciencia. "Será un renacimiento de la libertad, la igualdad y la fraternidad de las antiguas gens*, pero bajo una forma superior" (Morgan, "La Sociedad Antigua", pág. 552.)

F. Engels (1884)

La dureza de las palabras del pasado, se hacen más dolorosas cuando se devela la ignorancia y más aún, cuando descubrimos que la soberbia de las hegemonías las mantuvo ocultas bajo el oropel del progreso. El tiempo nos alcanzó y en el frenesí de los supuestos beneficios, fracturamos la familia.


SARAMAGO-MONSIVAIS

DOS COSAS SIGUEN RESQUEBRAJANDO LA ESPERANZA
Las voces sólidas que ya no dirán nada
y la ausencia del que no escatimó nada para hablar con la verdad.
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