Wednesday, April 18, 2018



Órganos, vísceras: último refugio psíquico (2017)
“Como si el artista nos convocara a aquellas ether frolics de mediados del XIX, en las que el padre de la anestesia, Crawford W. Long, junto con otros médicos, practicaban lúdicamente en busca de la pérdida de los sentidos, Rosique nos insufla vapores de éter para no sentir los miembros, adentrándonos en su búnker del subconsciente, eso sí, respetando el juramento hipocrático para adquirir un compromiso ético olvidado por la contemporaneidad, que tal como decía Rothko, camina «hacia la eliminación de todos los obstáculos entre el pintor y la idea, entre la idea y el espectador». El procedimiento de Roberto Rosique se aleja y a veces parece confrontarse con el laboratorio del terror del arte contemporáneo, rechazando a la vez la deriva monstruosa de la ciencia y la biología contemporáneas, con su desvío hacia la eugenesia y la tecnobiología genética. Concibe, como Georges Bernanos, que «el mundo está enfermo, mucho más enfermo de lo que pensamos, y eso es lo primero que hay que reconocer para tenerle lástima»”.
_José Carlos Ascencio
(Historiador de arte y crítico de arte, Madrid, Es.)