A propósito de de los PALURDOS
Gracias
a Eduardo Ibarra por este recordatorio oportuno (La mediocridad intelectual, 1913)*. Refrescar la memoria es indispensable,
así que (re)leer a José Ingenieros, aún con lo vetusto que parezca (cien años),
es un camino conveniente que permite develar lo que nos ha negado la
ignorancia.
La
falta de inteligencia o la incapacidad para realizar algo que identifica a la
mediocridad, más todo el desglose puntual de las características y
comportamientos del mediocre que el autor hace en su libro, se puede verificar
como condición frecuente en la evolución del hombre, aunque no por ello
justificable. Y cierto es que la encontramos en todos los estratos sociales (menesterosos,
privilegiados, campesinos, profesionales), en lo étnico, el género y la edad; jamás
pasa desapercibida porque ha legado atraso, disparidad, intolerancia y
corrupción. De ahí lo lamentable de su existencia y lo inexcusable, de encontrarla
─con un cinismo pasmoso─ en los salones de clases (alumnos y docentes), en la
administración y en la jefatura de todos los niveles, de los espacios donde se supone
que edificamos consciencias para el bien común.
Así
que en esta Navidad y las que vienen, si en vez de una pieza de jamón llegase a
nuestras manos un ejemplar del Hombre
Mediocre de José Ingenieros, además de combatir la obesidad y
triglicéridos, probablemente descubriríamos incentivos para ser mejores
individuos.
PD:
Mientras tanto, he aquí el Link donde
puede descargarse el libro gratuitamente:
http://lahistoriadeldia.wordpress.com/2009/10/24/jose-ingenieros-el-hombre-mediocre-descargar-libro/
* http://red-academica.net/observatorio-academico/2013/02/15/la-mediocridad-intelectual-1913/#comment-8645
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