La práctica común de imponer sin consenso sigue siendo el camino fácil que el gobierno recorre para el pago de sus facturas de aquellos que brindaron sin condiciones los recursos para que llegaran al poder
La práctica que se repudió del Priato, el Pan la emplea como medida para congratularse con sus subordinados.
La práctica común de cagarse en el mundo (como lo hace el personaje que representa a la soberbia), sin inmutarse, a sabiendas que no pasará nada es a lo que hemos llegado por tolerar el cinismo, por favorecer la corrupción con nuestro silencio.
¿Valdrá la pena lamentarse?
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