El brinco
de la serie Entre la necesidad y el escarnio
mixta sobre tela (2001)
De nueva cuenta la imagen del pasado sigue vigente, lo que para muchos es ya un cliché, para la realidad es lo cotidiano que de tanto suceder dejó de ser relevante. La indiferencia parece seguir siendo una cualidad del fronterizo.
El sentido de la vida en muchos pendejos es un cliché, por ello todo lo ven del mismo color.
A veces no queda más que deseos postergados al creer que el tiempo lo puedes regresar.
A veces no queda más que eso.
A veces, ni eso.
Lo bueno es que Tijuana es un vagón de florituras en el que viven dormidos los suenos de opio de los gobernantes y nuestras frustraciones se dispersan en la indiferencia.
Lo bueno, finalmente, es que Tijuana es generosa y permite que todo mundo se sienta la mamá de los pollitos.
A veces lo bueno, es eso,
por lo menos, parece ser mejor que vivir en la ignominia.
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