Postabstracción
(Un
índice de insinuaciones)
Desde su aparición en los avatares de la modernidad
europea, su consolidación en la propuesta neoyorquina y su largo recorrido a
través de la historia, la abstracción nace, muere y resurge. Fluye de lo lírico
al gesto, del color a la monocromía, reduciéndose en el plano o explayándose en
la superficie como un todo; manteniendo siempre su condición silenciosa, como
expresión sin voz, que sólo se refugia en el acto o en la emotividad que le dio
origen.
Si bien las piezas de esta muestra, cuya
estructura y componentes ligados a la modernidad dificultan desterrarla del
compromiso formalista, hay una intención que abordada entre la paradoja de la
aleatoriedad del pigmento esparcido en el plano y la dirección controlada del
mismo (en una coalición entre geometrías euclidianas y fractales) y el objeto
ocasional que emerge o se libera del soporte, con lo que se entreteje un
discurso que persigue darle sentido a las ideas, y estas volverse aliento para
lo narrativo.
En este universo postabstracto se deja atrás el peso
del silencio, se apodera de otros componentes, hace alianzas y conforma un
discurso en el que pueden advertirse, a más del gesto y la emoción, historias
que germinan de las lecturas múltiples, confabuladas ─siempre─ con el
espectador.
En un juego premeditado les proporciono voz
al sugerir atmósferas que detonan la imaginación y es precisamente en ese
instante, en que espectador y obra se amalgaman para dar lugar a su propia
narrativa, a la historia personal con que se justifican.
Obras propuestas como un contrasentido en
donde el juego de las formas y lo cromático, en un índice de insinuaciones, se subleva
al silencio, cierran el círculo y abren otros en espera nuevas posibilidades.
Roberto
Rosique
Playas de Rosarito, B. C., Julio, 2017