Para mi hermana que finalmente se decidió formar parte de estas
redes sociales.
Bueno, nada de otro mundo. Hoy te
inscribes en un espacio (herramienta) lamentablemente mal empleado. Que debiera
aprovecharse como recurso para transmitir conocimiento, para reflexionar sobre
problemas sociales y posibles soluciones; para tratar de entender ─por lo
menos─ quiénes somos, a dónde vamos, qué queremos o qué acción positiva hicimos
el día de hoy. Pero no es así.
La red social se convierte en un
mundillo de dimes y diretes, donde se ventilan chismes, malas vibras, tonterías
y sobre todo ignorancia; una brutal ignorancia que se manifiesta desde las más
absurdas faltas ortográficas, un descomunal desconocimiento sobre lo esencial
de cualquier escritura y su exiguo nivel cultural. Pero ello sí, una erudición
actualizada, reducida a las patrañas de la farándula y a su sector
telenovelero.
Un triste e insolente fanatismo
que refleja su inseguridad y la ilusión fundada en una fe ciega que ni ellos
comprenden y que además, se jactan pregonar con inmodestia atribuyéndole
milagros por este medio.
Una desfachatez divulgada
mediante fotografías familiares o íntimas como si al mundo le interesara la
pobreza de su condición social, física y moral.
La petulancia de subir imágenes
arrogantes que sólo muestran sus visión miópica de la vida o su gusto jabonero,
su pobreza intelectual y su miseria espiritual, y cuando estas creen ser
superadas la gritan al mundo (con imágenes) de sus viajes de placer, arropados
por el calor de las copas, de las velas, de los pasteles, de sus novias,
amantes, hijos o amigos, de los sitios en los que siempre quisieron ir,
generalmente lugares trillados (valiosos a la vista de un turismo rancio).
Sin embargo, las redes sociales
serán la ventana que permitirá a historiadores definir con entera precisión la
mediocridad y decrepitud de una sociedad imbuida en su ignorancia, que cree que
por tener acceso a Internet todos estamos obligados soportar sus gansadas.
Pese a todo hay excepciones, y esa es la única razón
que en verdad les da sentido a estos sitios, pero esto, es otro cantar.
Así que hermana querida no te
habías perdido de gran cosa.