EN MEXICO LA GENTE NO ES ESTUPIDA
El mexicano no es que sea ESTUPIDO
(torpe, falto de inteligencia), es en su mayoría IGNORANTE, lo que hace una
diferencia abismal. Lo primero es un trastorno genético y que por ende puede
transmitirse de forma hereditaria, que a decir por James Dewey Watson (Premio Nobel
de Medicina, 1962) puede curarse (aunque muchos aún estén en desacuerdo) y lo
segundo, es falta de información o conocimientos.
MEXICO ─(en su mayoría)─ es un país de
ignorantes, declaración que duele escuchar y que aún a sabiendas de su realidad,
hacemos muy poco o nada para remediarlo. La ignorancia, al igual que la enfermedad, la apatía,
la corrupción y la dependencia, son condicionadas por la pobreza y este es el círculo
que mantiene al pueblo mexicano en el importamadrismo.
El cambio que requiere el país es EDUCATIVO
(primordialmente) ello aliviará la pobreza y transformará a los individuos en
seres cuestionadores, incorruptibles y propositivos, de ahí la importancia y la
necesidad del CAMBIO. (Sigamos luchando por él).
Las huelgas, los plantones, las
marchas, las declaraciones estridentes, las mentadas de madres a los dirigentes
corruptos, los exabruptos de cólera, las sanciones dejando de comprar en tal o
cual supermercado, el dejar de ver televisión, de usar los celulares, de
emplear el Internet, de oír la radio, se vuelven acciones necesarias en
sociedades cuyos gobiernos deshonestos (como el nuestro) le dan la espalda al
pueblo y sonn medidas que deberán tomarse, de eso no hay dudas; no obstante, son
medidas paliativas para un país que padece una enfermedad que quieren hacérnosla
ver de incurable, son acciones que no pueden mantenerse toda la vida, de ahí la
relevancia de optar por medidas determinantes y efectivas, y en esa encrucijada
la educación es el camino, pues cuando "contamina" al individuo lo
hace para toda la vida.
Reflexionemos sobre ello y hagamos
propuestas que lleven a soluciones definitivas, ayudemos a sacar al buey de la
barranca involucrémonos en la educación, compartamos nuestros conocimientos con
la familia, con el vecino, encaminemos nuestras baterías a cuestionar y
sancionar al sistema que mantiene famélica la educación, hagámosle ver a quien
ostente el poder que no hay más ruta que la EDUCACION.
Roberto Rosique